Sin categoría

De golpe, se me vino a la mente una imagen: un tren repleto de gente, donde no entraba un alfiler. Y mi imagen pasando por encima de la gente, harto de todo, abriéndome paso con mi mochila en la cabeza hasta el vagón comedor. Allí nos esperaba cerveza Paceña caliente, y música a todo volumen; una especie de “Club del Clan” de Bolivia, que cantaban “quiero ser un triunfador”. Faltaban varias horas para llegar a Uyuni, pero a esa altura, de Villazón no me quedaba ni el recuerdo.

Un rato antes nos habíamos entretenido regateando el valor del pasaje al guarda; al fin y al cabo, ni boleto nos iba a dar.

Creo que necesito irme de viaje ya mismo, y por un tiempo. Pero me parece que hasta enero nos quedamos en plan sedentario :(.

Volver arriba
Mastodon